La disposición de su suspensión delantera, con su fijación desacoplada del brazo inferior al buje y la forma en que el flujo de aire se canaliza hacia los frenos, casi con toda seguridad juega un papel importante en el excelente control de temperatura de los neumáticos delanteros del coche, donde el desafío es llevarlos rápidamente a su temperatura óptima de trabajo pero luego estabilizarlos allí, sin sobrecalentar la goma.
Esto requiere niveles extremadamente precisos y una guía direccional del flujo de aire que se dirige a través de los conductos de freno y las llantas de las ruedas.

Además, el sistema antihundimiento extremo de la suspensión delantera permite que el coche circule más bajo en la parte delantera y con un menor aumento de la altura de la carrocería trasera a bajas velocidades.
La forma en que estos diversos sistemas mecánicos y aerodinámicos trabajan en conjunto para controlar la temperatura de los neumáticos, a la vez que proporcionan una buena carga aerodinámica en un amplio rango de velocidades, es clave para el rendimiento.

Así pues, cuando se probó un nuevo alerón delantero en Montreal, listo para su presentación en la siguiente carrera en Austria, la estrecha integración del diseño del coche exigió varios cambios complementarios para aprovecharlo al máximo.
Estos afectaron a los carenados de la suspensión y a los detalles de los conductos de freno.
“Estamos mejorando la aerodinámica del frontal con una combinación importante”, explicó el Director Técnico de Ingeniería, Neil Houldey.
“La mejora de la suspensión que hemos implementado está relacionada con el alerón delantero que probamos [en Canadá]… el alerón delantero y los carenados forman un conjunto combinado”.
El alerón presenta una geometría revisada de los elementos y una placa terminal que parece permitir una mayor salida del flujo de aire alrededor del neumático delantero, con la ayuda de “colas de sirena” generadoras de vórtices para acelerar dicha salida.
Las aletas reguladoras de amortiguación de turbulencias, ubicadas alrededor y por encima de las ruedas delanteras, han sido rediseñadas como parte del paquete.
Esta combinación de cambios ha sido diseñada para “mejorar el rendimiento aerodinámico en una amplia gama de actitudes”, según el equipo.

Los carenados de la suspensión delantera (las carcasas de fibra de carbono que rodean los brazos de suspensión) se han rediseñado con el objetivo de mejorar el acondicionamiento del flujo, lo que se traduce en una mejora del rendimiento aerodinámico.
Como complemento a los cambios mencionados en la suspensión delantera, se han incorporado dispositivos aerodinámicos en la esquina delantera para aprovechar al máximo las mejoras en el acondicionamiento del flujo.
Durante la temporada se han realizado cambios sutiles en los conductos de freno, esenciales para el control de la temperatura de los neumáticos del coche.
Bajo el tambor exterior estandarizado (igual para todos los equipos por reglamento), que forma un escudo térmico alrededor del disco y la pinza de freno, se encuentra otro escudo interno de diseño propio de McLaren.
Este cuenta con paneles ajustables que permiten exponer o proteger una mayor parte de los frenos, según las exigencias del circuito.
El cableado interno del aire de refrigeración es increíblemente complejo.
Las flechas azules indican las rutas de refrigeración interna a través de la entrada del conducto y hacia las piezas internas.
Las flechas rojas indican las paredes de sellado entre los dos tambores para controlar mejor la distribución del calor.
McLaren dominó los Grandes Premios de Austria y Gran Bretaña por la mayor diferencia de la temporada.
El director del equipo, Andrea Stella, considera que la mejora del tren delantero fue una de las razones principales.
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