Cuando pensamos en problemas con los neumáticos de un coche, lo primero que suele venir a la mente es un pinchazo, ¿verdad?
Sin embargo, otro problema grave que puede provocar accidentes es el reventón de un neumático.
En este artículo, explicaremos en detalle qué son los reventones de neumáticos, sus causas, cómo afrontarlos y las mejores formas de prevenirlos.
¿Qué es un reventón de neumático?
Un reventón de neumático ocurre cuando, por alguna razón mientras se conduce, la estructura interna del neumático, conocida como carcasa, se rompe de forma repentina.
Este problema puede causar accidentes graves, ya que el aire del neumático se escapa rápidamente, lo que provoca una pérdida de control del vehículo.
Diferencias entre reventones y pinchazos
Aunque tanto los reventones como los pinchazos son problemas relacionados con los neumáticos, son situaciones distintas. A continuación, explicamos sus diferencias:
Un reventón es la rotura repentina del neumático mientras se conduce, acompañada de un fuerte estallido. El aire se escapa de inmediato, lo que dificulta el control del vehículo. En estos casos, el neumático suele quedar gravemente dañado y debe reemplazarse.
Por otro lado, un pinchazo implica una fuga lenta de aire debido a una perforación en el neumático. Gracias a las mejoras en los neumáticos modernos, el aire no siempre se escapa de inmediato, y muchos conductores no lo notan hasta horas después, por ejemplo, al intentar usar el coche al día siguiente. Los pinchazos pequeños en la banda de rodadura suelen ser reparables, pero los daños más graves, como cortes grandes o perforaciones múltiples, pueden requerir un reemplazo.
¿Por qué ocurren los reventones?
Existen tres causas principales de los reventones de neumáticos:

Causa 1: Baja presión de aire
La baja presión de los neumáticos puede hacer que se deformen, especialmente a altas velocidades, generando un calor excesivo.
Si se sigue conduciendo en estas condiciones, el caucho y la estructura interna del neumático se dañan, lo que puede provocar problemas como la separación de la banda de rodadura o un reventón.
Causa 2: Daño o deterioro de los neumáticos
El daño o el desgaste de los neumáticos aumenta el riesgo de reventones. Por ejemplo, el desgaste excesivo puede exponer los cables internos, o un impacto, como golpear un bordillo, puede cortarlos.
Además, los neumáticos se deterioran con el tiempo debido a los rayos UV y el calor. A medida que el caucho se endurece, se forman grietas, lo que también puede provocar reventones. Por eso, es crucial almacenar los neumáticos adecuadamente.
Causa 3: Sobrecarga
La sobrecarga ocurre cuando el vehículo transporta más peso del recomendado, ya sea por exceso de pasajeros o equipaje.
Este peso adicional deforma los neumáticos y genera calor excesivo, aumentando el riesgo de reventones. Aunque los turismos no tienen una capacidad de carga máxima definida como los camiones, es útil considerar que el peso del equipaje equivale aproximadamente a 55 kg por pasajero.
Estado del neumático durante un reventón

Señales de daño en un neumático incluyen un “punto plano” (desgaste localizado en la banda de rodadura) o un “corte de pellizco” (un bulto en la pared lateral). Si observas estas anomalías, consulta a un profesional de inmediato.
Los neumáticos dañados no solo son peligrosos, sino que también pueden no pasar la inspección técnica del vehículo.
¿Cómo detectar un reventón inminente?
Antes de un reventón, puede producirse el “fenómeno de ondas estacionarias”, donde el neumático vibra en ondas, aumentando drásticamente su temperatura interna.
Esto es más común a altas velocidades. Si no se detiene el vehículo, la resistencia del neumático disminuye, los cables internos se rompen y ocurre el reventón.
Desafortunadamente, este fenómeno es difícil de detectar, ya que las vibraciones suelen percibirse solo como ligeras molestias en la carrocería del coche. Muchos conductores no notan nada hasta que el neumático estalla.
Qué hacer ante un reventón
Paso 1: Mantén la calma
Si ocurre un reventón, lo primero es mantener la calma y sujetar el volante con firmeza. Evita movimientos bruscos, como girar o frenar repentinamente, ya que pueden ser peligrosos.
Paso 2: Desacelera y detente
Activa las luces de emergencia para alertar a otros conductores, reduce la velocidad gradualmente y detén el vehículo en un lugar seguro, como el arcén.
Si sigues conduciendo, el vehículo puede volverse incontrolable y sufrir daños adicionales en las ruedas. En autopistas, coloca un triángulo de señalización para evitar colisiones.
Paso 3: Pide ayuda
Si puedes cambiar el neumático por la rueda de repuesto, hazlo. De lo contrario, contacta con asistencia en carretera y espera en un lugar seguro.
Cómo prevenir reventones

La mejor forma de prevenir reventones es realizar revisiones frecuentes de la presión de aire y comprobar el estado de los neumáticos.
Verifica la presión al menos una vez al mes en una gasolinera o taller. La presión adecuada suele indicarse en una etiqueta en la puerta del conductor o en la tapa del combustible. Consulta el manual del vehículo si no la encuentras.
Aun con un mantenimiento regular, ningún neumático está exento de riesgos. Pisar un objeto extraño puede causar una pérdida repentina de presión y provocar un reventón.
Mantén en mente estas recomendaciones para estar preparado ante cualquier imprevisto.